A la hora de llevar a cabo viajes en velero pueden surgir muchos imprevistos. El mar es el verdadero ejemplo de la fuerza de la naturaleza en todo su esplendor y, como tal, hay que tenerlo siempre respeto.
A la hora de salir a navegar siempre es importante tener en cuenta la meteorología. Para poder contar con una navegación mucho más segura es importante anticiparse a las tormentas, evitar las zonas más peligrosas y, en el caso de que haya mal tiempo, esperar a que la situación mejore.
En determinadas zonas en donde el clima suele ser más tormentoso los cambios se producen de forma súbita, sin que apenas podamos reaccionar. Aprender a navegar en esas situaciones extremas también es importante, ya que no siempre vamos a poder evitar estas condiciones climatológicas adversas.
En este artículo vamos a aprender un poco más sobre esas condiciones. Cuando la previsión falla y hay que adaptarse rápidamente a los cambios, saber reaccionar a tiempo y contar con una tripulación preparada son claves en la seguridad del barco. Teniendo en cuenta este tipo de navegación vamos a hablar de los dos conceptos más característicos, correr y capear el temporal.
¿Qué significa correr el temporal?
Correr el temporal es una maniobra a través de la cual se pone rumbo en la misma dirección en la que va el viento y las olas. Este nombre se debe a que, tanto el viento como las olas como la propia embarcación corren hacia la misma dirección.
A pesar de que se encuentra el término correr dentro de la propia definición siempre se recomienda ajustar la navegación del barco y navegar a la mínima velocidad de seguridad mientras se recibe el impacto de las olas por la aleta o la popa.
¿Qué significa capear el temporal?
Capear el temporal es la mejor opción de todas y siempre que sea posible es la opción que se debería elegir ante un clima tormentoso. Capear el temporal consiste en aguantar el temporal proa a él hasta que el viento amaine y se pueda volver a navegar sin riesgos.
Cuando se capea el temporal las olas deben impactar al barco por las amuras, evitando de esta forma los pantocazos que se producen cuando entran por la proa protegiendo con ello al barco. Además de mejorar la seguridad del barco, capeando el temporal se consigue una navegación mucho más cómoda para la tripulación de la embarcación.
Capeando el temporal
Debido a la forma de navegación que supone capear el temporal es una técnica que puede parecer contraintuitiva. Recibir el viento por el costado del barco, es decir, navegar con el viento de amura, puede parecer algo raro, pero se trata de una de las navegaciones más seguras y efectivas cuando las condiciones marítimas son extremas.
Cuando se navega de esta forma contra la fuerza del viento se logra un menor impacto de las olas. Al navegar con el viento de amura las olas golpean contra el costado del barco en lugar de la proa, lo que reduce de forma significativa las embestidas.
Al navegar de esta forma la embarcación consigue una mayor estabilidad. Lograr que el barco se balancee mucho menos es una de las claves de cualquier navegación segura, ya que así es menos propenso a escorar.
A la hora de capear el temporal es más fácil tener un control sobre el rumbo. A pesar de que el viento y las olas puedan dificultar la navegación, un navegante experimentado tendrá menos problemas a la hora de controlar y llevar a cabo una maniobra con el barco cuando está capeando el temporal.
Finalmente, no solo se trata de facilitar la navegación, sino que es una forma estupenda de proteger el barco. Cuando se capea el temporal se reduce la superficie vélica y se navega con el viento de amura, por lo que se consigue una navegación segura al reducir el riesgo de que el mástil o las velas se puedan dañar debido al fuerte viento.
Factores que determinan la elección: correr o capear
Cuando se produce una de estas situaciones repentinas en las que la climatología cambia de forma brusca es cuando llega el momento de tomar la decisión entre correr o capear. Realmente no se trata de una decisión sencilla, sin embargo, existen algunos factores que se pueden tener en cuenta de cara a elegir la opción más recomendada.
El tipo de embarcación, por ejemplo, será un factor importante. Esto se debe a que los veleros pueden capear mejor el temporal debido a que cuentan con una mayor estabilidad que otras embarcaciones. A pesar de esto, siempre es importante tener en cuenta si las condiciones son demasiado extremas, ya que podría ser necesario utilizar estachas.
Analizar la condición meteorológica también es muy importante. Con viento fuerte suele ser más recomendable correr para así evitar daños en el aparejo. Además de la velocidad viento, algo parecido pasa dependiendo de la altura de las olas. Con oleaje alto, cuanto más altas y cortas son las olas más complicado es capear, por lo que es más seguro correr.
Por otro lado, la visibilidad también es importante. Si hay condiciones de poca visibilidad lo más seguro es capear. Capeando se puede mantener un rumbo mucho más constante y seguro, lo que evitará que nos movamos a ciegas por el océano.
Finalmente, hay que sopesar también la profundidad del calado. Saber en qué aguas nos encontramos es muy importante, ya que capear en aguas poco profundas puede ser peligroso debido a que existe riesgo de encallar.
Recomendaciones para una navegación segura en temporales
Si hay aviso de tormenta y quieres navegar con seguridad, sigue estas recomendaciones para disfrutar de una navegación segura en temporales.
Antes de zarpar es importante que la embarcación se encuentre lo mejor preparada posible. Comprueba que no existen fugas ni daños y que todo se encuentra en perfecto estado, por ejemplo, el agarre de las barandillas o las ventanas.
Como harías en cualquier vehículo antes de llevar a cabo un viaje, comprueba que todo funciona perfectamente antes de partir. Hablamos del motor, la dirección, la radio, las luces de navegación… Todo este equipo de navegación será muy importante si hay que llevar a cabo maniobras de emergencia.
De la misma forma, revisa también el equipo de seguridad. En este caso hablamos de chalecos salvavidas, balsa salvavidas, líneas de vida, botiquines… todo lo que puedas necesitar cuando las condiciones del temporal sean adversas.
Procura asegurar todo a bordo. Recuerda que, en las tempestades marinas, debido al movimiento del viento, es posible que los objetos dentro de la embarcación se caigan o se desplacen. Para evitar que esto pueda suceder es importante tener todo bien atado y preparado para este tipo de circunstancia.
También es importante barajar rutas alternativas en el caso de que las condiciones empeoren. Es muy importante conocer bien la zona por donde uno va a navegar de cara a poder llegar rápidamente a puertos seguros o a utilizar la comunicación en caso de necesidad. Finalmente, procura que la embarcación esté bien cargada de combustible por si pasas algo más tiempo del deseado en la mar.
Durante el temporal adapta siempre la velocidad de la embarcación a las condiciones del mar. Es en este punto en donde deberás tomar la decisión de capear o correr y, como hemos mencionado antes, esta dependerá de varios factores.
Cuando las condiciones del temporal son malas hay que mantener siempre la vigilancia. Estar alerta es una de las tareas más importantes de la tripulación y eso implica vigilar de forma constante el entorno, el estado del barco y, por supuesto, de la embarcación en general. Si las condiciones son muy negativas trata de mantener siempre una comunicación constante con otros barcos o con tierra para contar con ayuda en caso de necesidad.
La rutina no termina con la finalización del temporal, ya que tendrás que evaluar los daños, llevar a cabo reparaciones y, si es posible, descansar debidamente para reponerse del esfuerzo. A la hora de navegar en estas condiciones siempre deberás priorizar la seguridad por encima de cualquier otro aspecto.
No importa el tiempo invertido ni la ruta que se tome, siempre se deben tomar las decisiones más seguras para la embarcación y la tripulación. Siempre que haya alerta meteorológica o las condiciones no acompañan nunca falla buscar refugio en el puerto más cercano.