Una de las cosas que aprenderás cuando lleves a cabo viajes en velero es que, esta embarcación, puede contar con varias velas. Cuando se trata de navegar en un velero las velas son mucho más que telas al viento, ya que cada una cuenta con una gran importancia en la navegación.
En este artículo vamos a conocer un poco mejor la vela tormentín, también conocida como vela de tormenta. Aprenderás las funciones con las que cuenta y en qué momentos se deben desplegar.
Qué es la vela tormentín o vela de tormenta
La vela tormentín es una vela pequeña que se caracteriza por ser muy resistente. Esta vela está diseñada para cuando las condiciones son más desfavorables, por ejemplo, cuando el viento sopla fuerte o en condiciones de tormenta.
Gracias a la resistencia de esta vela pequeña el velero consigue mantener el control. Es muy necesaria debido a que, cuando las condiciones meteorológicas son desfavorables, las velas principales son demasiado grandes y se vuelven complicadas de manejar.
El tormentín está diseñado especialmente para estas situaciones, para garantizar la seguridad del velero y de su tripulación cuando las condiciones son más adversas.
Características del tormentín
El tormentín es todo un escudo contra la tormenta. A pesar de su pequeño tamaño se trata de una vela que cuenta con una gran resistencia, por lo que aguanta a la perfección las situaciones más desfavorables.
La principal característica del tormentín es su pequeño tamaño. Si se lo compara con las velas habituales que puede tener un velero o cualquier otro tipo de embarcación, el tormentín es mucho más pequeño. La elección del tamaño del tormentín no es fruto del azar, sino que corresponde a un diseño que, al contar con menos superficie vélica expuesta al viento, se consigue reducir la presión sobre el barco haciendo que este sea más fácil de controlar.
Para que pueda resistir el fuerte viento el tormentín está diseñado con tela robusta. Lo más habitual es que un tormentín se fabrique con un tejido más fuerte y duradero en comparación a las otras velas. Por ejemplo, el tormentín puede estar fabricado en lona o dacrón, materiales perfectos para resistir el embate del viento y las olas sin que se desgarre.
El diseño del tormentín es bastante simple y esta es otra de sus características. Habitualmente suele tener forma triangular o trapezoidal y se ha diseñado para generar la menor cantidad de potencia posible. El objetivo del tormentín es mantener el control del barco sin que este se exponga demasiado al viento, por lo que no busca generar potencia.
Finalmente, destacar también que se trata de una vela muy fácil de izar. Una de las partes más importantes dentro del diseño del tormentín es que se pueda izar y arriar con facilidad. De hecho, suele estar diseñado para que esta labor la pueda hacer una única persona. Este diseño es clave, ya que el uso del tormentín suele darse en situaciones de emergencia, por lo que es muy importante facilitar la maniobra con el tormentín en caso de rápida necesidad.
Cuándo y por qué utilizar la vela tormentín en condiciones adversas
El tormentín tiene un propósito muy claro, garantizar la seguridad del velero en las peores condiciones. Esta vela de proa está diseñada con un puño de escota alto a través del cual, en la medida de lo posible, evita que las olas no impacten sobre su pujamen.
Con la protección que proporciona el tormentín se consigue mejorar la estabilidad del velero. Para poder aguantar los embates del mar los tormentines están fabricados con velas de alto gramaje y siempre se recomienda su uso cuando las circunstancias son muy desfavorables.
Debido a la estabilidad que aporta el tormentín al velero también se usa cuando hay que llevar a cabo una maniobra complicada. De esta forma, su uso no está únicamente limitado a las peores condiciones, sino que también se hace uso del tormentín cuando la embarcación requiere una mayor maniobrabilidad.
Montaje, tipos de anclajes y ajustes del tormentín
El montaje del tormentín dependerá ligeramente del tipo de embarcación y del diseño del aparejo. A pesar de que puede haber algún cambio, por norma general, los pasos básicos suelen ser los siguientes.
Lo primero será instalar el estay del tormentín. Será un estay específico pudiendo ser fijo o volante. Gracias al estay se sostendrá la vela y la mantendrá tensa. El siguiente paso es colocar un ojo de vela en la parte superior del tormentín enganchándolo al estay.
Una vez finalizados ambos pasos habrá que pasar una driza a través del ojo de la vela y asegurar un punto de fijación en la cubierta. El uso de la driza será para poder izar y arriar el tormentín cuando sea necesario. Finalmente, para ajustar la tensión de la vela y así evitar que esta se flamee en exceso se utilizarán botas.
En cuanto a los tipos de anclajes podremos elegir el estay fijo o volante como hemos mencionado antes. La diferencia radica en que con el estay fijo este se encuentra fijado de forma permanente al mástil y ofrece una mayor rigidez y estabilidad. El problema del fijo es que se dificulta algo el cambio de vela.
Por otro lado, con el estay volante, el tormentín se podrá izar y arriar con una mayor facilidad, pero puede ser menos rígido y estable si lo comparamos con el estay fijo.
Para garantizar el uso y el rendimiento del tormentín es importante que los ajustes estén bien llevados a cabo. La driza debe estar lo suficientemente tensa como para mantener la vela extendida, pero no tanto como para dañar la tela o el aparejo.
Por su parte, las escotas también deben ajustarse para controlar bien la forma de la vela. Finalmente, la posición del tormentín también se tendrá que ajustar en relación con el mástil para mejorar su eficacia.
Consejos de seguridad al usar el tormentín
El tormentín es una vela que está pensada para utilizarse cunado la situación meteorológica es más complicada. A pesar de que se trata de una especie de vela de emergencia, no se puede utilizar de cualquier manera, por lo que se hace necesario tener en cuenta ciertos consejos de seguridad.
Para empezar, utiliza únicamente el tormentín cuando sea estrictamente necesario. Además, siempre deberás tener en cuenta que las condiciones se encuentren dentro de tus límites de seguridad, no deberías izar la vela tormentín siempre que las condiciones sean desfavorables sin pensar.
De la misma forma que sucede con el resto de componentes del barco es importante cerciorarse de que el tormentín se encuentra en buen estado. Antes de zarpar comprueba el estado del estay, las drizas o las escotas. Todos esos elementos son fundamentales en el tormentín y de su buen estado dependerá el resultado que pueda ofrecer esta vela.
Al tratarse de una vela de emergencia también es importante que toda la tripulación sepa cómo se iza. Realmente, el tormentín es bastante sencillo de izar y una persona sola lo puede hacer, pero es importante que toda la tripulación tenga conocimiento de su uso por si hace falta en un momento de necesidad.
Durante la navegación con tormentín deberás vigilar constantemente el estado del mismo. A pesar de que se trate de una vela fuerte pueden aparecer signos de rotura u otros problemas, por lo que es importante cerciorarse de que está bien para la optimización del viento.
Recuerda siempre que el tormentín es una herramienta muy poderosa, sin embargo, puede volverse peligrosa si no se utiliza de la forma adecuada. Como sucede con cualquier otra maniobra dentro del barco, toma siempre las decisiones más seguras. La seguridad debe ser siempre una prioridad ante cualquier elección para poder navegar con una mayor tranquilidad.