Descripción
¡Los Fiordos Chilenos deberían ser una de las 10 maravillas del mundo! Son la mezcla de las fuerzas de la naturaleza más extremas del planeta.
El mítico canal de Beagle, sus brazos noroeste y suroeste lo tienen todo en pocas millas: Glaciares azulados, glaciares gemelos , el impresionante Garibaldi y su navegación por el fiordo entre hielos.
Podremos visitar más de 7 Fiordos, si la meteo lo permite. Podremos pasear cerquita de ellos, sentiremos el avance del hielo y sus estruendos al romper y caer al agua. El silencio de esos lugares sin población permite disfrutar de los sonidos de la naturaleza con una nitidez única.
Navegaremos entre montañas llenas de vida , veremos muchas cascadas de agua. Miremos a donde miremos, será increíble.
Es una navegación para todos los públicos. Una expedición ideal para compartir con familia y amigos. Todos los días se descansa fondeado y los fondeos son tranquilos . Podremos ver ballenas, delfines, aves … Llévate una buena cámara porque no dejarás de ver postales increíbles.
Incluido
- Navegación según itinerario
- Capitán y tripulación fija
- Amarre en puerto
- Diesel
- Alojamiento en cabina compartida, con baño compartido
- Pensión completa a bordo
- Desembarcos
- Gestión de permisos necesarios para efectuar las visitas y desembarcos
- Gastos administrativos del viaje
- Chaleco salvavidas automáticos con línea de vida.
- Asistencia telefónica ante emergencias (24h)
- Fondeos
No incluido
- Transporte/Vuelos desde el punto de origen hasta el punto de salida de la expedición
- Alojamiento y traslados previo/posterior al embarque
- Actividades y travesías, en tierra, previo/posterior al embarque
- Actividades y comidas fuera del velero
- Equipo personal
- Lavado de ropa
- Seguro de viaje
- Costes de entrada al país (visado, aduanas, etc.)
- Gastos adicionales al viaje en general.
- Estadas, comidas y/o gastos adicionales o perjuicios producidos por cancelaciones, demoras en las salidas o llegadas de los medios de transporte, o por razones imprevistas ajenas a Alegría Marineros Expediciones
ESTRECHO DE MAGALLANES
- Día 1. Zarparemos desde Puerto Williams para enfilar hacia el Canal de Beagle en dirección oeste. Fondearemos en Caleta Olla para pasar la noche allí.
- Día 2: Navegaremos por el brazo noroeste del Canal de Beagle y fondearemos en la preciosa Bahía del brazo este del Fiordo Pia.
- Día 3. Visitaremos el brazo oeste del Fiordo Pia y desembarcaremos en sus playas para disfrutar de caminar entre hielos.
- Día 4: Zarparemos temprano hacia el Fiordo y Glaciar Garibaldi para navegar entre pequeños hielos y disfrutar de las impactantes imágenes que nos regalaran el glaciar, la fauna y sus bosques húmedos. Navegaremos hasta Puerto Huemul, en Isla Darwin, donde fondearemos y pasaremos la noche.
- Día 5: Zarparemos hacia Bahía Cook donde nos asomaremos al Pacífico y, si la meteo nos acompaña, disfrutaremos del día haciendo bordes y navegando dentro de la bahía. Probaremos las distintas configuraciones de vela que tiene nuestra goleta. ¡Día a pura vela y trabajo en equipo! Fondearemos en el Estero Coloane para parar la noche allí.
- Día 7 Zarparemos hacia Puerto Williams donde finalizará nuestra expedición.
Capitanes: Lucas Hernández & Paula Cavicchia
Es ideal para compartir con familia y amigos.
Esta expedición está catalogada dentro del nivel fácil, eso significa que es apta para casi todos los públicos. Es necesario: contar con buena salud, tener buen estado físico, tener alguna experiencia en viajes de aventura, trekking, navegación o cualquier actividad que lleve consigo cierta capacidad de resistencia y fuerza de voluntad.
Recomendada desde los 18 a 75 años
Si quieres viajar con amigos, consúltanos sobre los descuentos para grupos (a partir de 4 personas)
Expediciones
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Expedición al Estrecho de Magallanes
Seguro que alguna vez has escuchado hablar o leído acerca del Estrecho de Magallanes. ¿Sabías que es posible llevar a cabo un viaje al Estrecho de Magallanes? En este artículo te vamos a enseñar un poco más acerca de la figura de Magallanes y, por supuesto, del estrecho al que da nombre.
¿Quién fue Magallanes?
Fernando de Magallanes fue un navegante portugués que nació en el año 1480. Además de navegante, también se le conoce como militar, explorador y marino. A pesar de su nacimiento portugués, Fernando de Magallanes se nacionalizó español. Magallanes es una figura importantísima que ayudó a comprender cómo era nuestro mundo. Ya han pasado más de 500 años desde que Fernando de Magallanes llevó a cabo un viaje que fue considerado como la primera vuelta al mundo, un viaje que cambió la visión que por aquel entonces existía de la tierra y la forma en la que la comprendemos.
Está claro que la expedición que hizo famoso a Magallanes no era la primera. En marzo de 1505 se alistó en la Armada de la India y participó en varias batallas navales en donde resultó herido. Años más tarde y después de haber participado en más batallas, Magallanes perdió el interés por la lucha y decidió centrarse en estudiar las cartas más recientes.
Junto al cosmógrafo Rui Faleiro barajaron la posibilidad de que las Molucas se encontrase en la zona española que se había definido en el Tratado de Tordesillas. Junto con Juan Rodríguez de Fonseca y el obispo de Burgos consiguieron persuadir al entonces rey de España Carlos I para que financiara una expedición que probaría que las islas de la especiería estaban dentro del hemisferio de Castilla.
En 1519 iniciaría desde Sanlúcar de Barrameda un viaje junto con una flota de veleros que tenía como objetivo llegar a las Indias Orientales. Después de contar con un año de navegación de lo más complicada a través del océano Atlántico, haría entrada en el Estrecho que, a día de hoy, lleva su nombre.
Una vez cruzado el estrecho y tras haber llegado a las aguas del nuevo océano, bautizaría a este como Pacífico debido a lo tranquilas que resultaban sus aguas. Cuando llegaron al Estrecho fue el propio Magallanes el que ordenó a las naves Concepción y San Antonio explorar el canal.
El Estrecho de Magallanes es el principal paso bioceánico natural que se puede encontrar en el mundo para unir el Pacífico y el Atlántico. Este paso es el que separa el continente americano de la Tierra de Fuego y cuenta con una longitud de 560 kilómetros desde su boca en Punta Dúngenes hasta la boca occidental que se encuentra en los islotes Evangelistas. El Estrecho de Magallanes su puso todo un hito en la navegación y actualmente se transita a diario por una gran cantidad de barcos. En el estrecho nos podemos encontrar desde cruceros turísticos hasta embarcaciones científicas y flotas pesqueras.
Antes de que se descubriera el Estrecho las embarcaciones se aventuraban a través del paso de Drake, un paso mucho más peligroso en donde una gran cantidad de ellas acababa hundiéndose.
El principal motivo que llevo a Magallanes a emprender su viaje fueron las Islas Molucas. El objetivo era encontrar un viaje más directo hacia Asia y, debido a lo lucrativo que suponía contar con las Islas Molucas, la expedición fue financiada por el rey español como hemos visto.
La ruta que se propuso para el viaje debía de bordear América por la parte sur y cruzar el océano Pacífico, por aquel entonces, un océano inexplorado. Magallanes no era el primero que intentaría llevar a cabo esta ruta, ya que en 1516 Juan Díaz de Solís llegó a Rio de la Plata, aunque fue abatido por los indígenas de la región. Magallanes quería comprobar si allí se encontraba el estrecho y, en el caso de que este no existiera, continuar más hacia el sur para poder bordear el continente.
La expedición llevaba el nombre de La flota de las Molucas y estaba compuesta por cinco naos. Empezaron un 20 de septiembre zarpando de Sanlúcar, hicieron escala en las Islas Canarias y también en Cabo Verde hasta tocar tierra en Brasil un 13 de diciembre. Cuando llegaron a Brasil se empezó a costear hacia el sur en busca del Estrecho. La obsesión de Magallanes por encontrar el Estrecho era tal que, además de estar siempre vigilando en su nave, obligaba a los barcos a anclar de noche y a reanudar la búsqueda por el día. Esto le permitía poder divisar bien siempre el recorrido a plena luz del día para que este no se le escapara.
A lo largo de la expedición hubo una gran cantidad de pistas falsas, entradas de mar en tierra que al final acaban resultado ser grandes golfos. Algunos de estos eran la bahía Blanca o el golfo de San Matías entre otros. Magallanes se encontró con el mal tiempo, algo habitual en las aguas del Atlántico Sur, lo que complicaba en una gran medida la expedición. Con la llegada del invierno austral, Magallanes ordenó anclar en la bahía de San Julián.
Los marineros permanecieron en la bahía de San Julián durante 5 largos meses. Durante todo ese tiempo estuvieron reparando las naves y también practicaron la caza por los alrededores para poder subsistir. Durante todo este tiempo la inquietud era evidente en los marineros, unos marineros que sufrían el frío del lugar, el racionamiento de comida y, sobre todo, una gran cantidad de tiempo ocioso. El malestar entre la tripulación era evidente y estos no entendían la tozudez de Magallanes de querer seguir buscando por el sur. Cabe destacar también que los marineros españoles no veían con tan buenos ojos ser comandados por un portugués como era Magallanes. Este descontento supuso varios motines. El 1 de abril en un motín se apoderaron de 3 de los 5 barcos que componían la exploración y exigieron a Magallanes mejorar las raciones de comida y volver a España. Afortunadamente para Magallanes, este fue capaz de sofocar la rebelión y castigó a todos los que se implicaron.
Los castigos fueron varios, desde el descuartizamiento de uno de los cabecillas hasta el abandono de un par de marineros en la costa antes de marchar. El resto, unos cuarenta amotinados fueron juzgados y condenados a pena capital, pero Magallanes los mantuvo con vida consciente de que los necesitaba para continuar el viaje. A modo de curiosidad, entre estos amotinados se encontraba Juan Sebastián Elcano.
Estando todavía en San Julián, Magallanes envió a uno de sus navíos como avanzadilla para buscar el Estrecho. El barco elegido fue La Santiago y esta expedición no tuvo buen final, afortunadamente para los marineros estos lograron salvar la vida antes de que el mar destrozara por completo su nave.
La situación de la tripulación era comprometida, pero Magallanes ordenó ir en su búsqueda por tierra. El día 24 de agosto reanudarían la travesía hacia el sur, aunque tuvieron que detenerse de nuevo debido al temporal. Esta vez estuvieron varias semanas en el río de Santa Cruz, donde una vez más los marineros cazaron para tener más provisiones. La situación mejoraría para el 18 de octubre donde levarían anclas y el viaje proseguiría. Ni la temperatura ni los vientos acompañaban. El día 21 de octubre divisarían el cabo Vírgenes y, una vez doblado este, Magallanes encontraría un profundo canal que se perdía en el horizonte. De la misma forma que había hecho antes envió, esta vez cuatro naves, a recorrer los diferentes canales y bahías de los alrededores. En este caso hubo final feliz y las naves regresaron con Magallanes para confirmar que, finalmente, habían encontrado el Estrecho.
El camino por los laberintos del propio estrecho no fue cosa sencilla. A la dificultad del trayecto se le sumaron las quejas de muchos marinos que querían volver a España, sobre todo una vez que ya habían encontrado el Estrecho. Explorar el Estrecho no fue sencillo, pero finalmente, el 28 de noviembre de 1520 otra de las naves exploradoras volvió hacia la posición de Magallanes para informar del descubrimiento de la desembocadura del Estrecho y su salida al océano.
A partir de aquí, como hemos comentado antes, las aguas fueron mucho más calmadas, por lo que se dio el nombre de océano Pacífico. Finalmente, los navegantes alcanzaron las Islas Filipinas. Magallanes encontraría la muerte en un enfrentamiento contra un reyezuelo de Cebú, con la gloria de haber encontrado y superado su Estrecho.
El día 9 de septiembre de 1522, después de tres años desde que partieron, volvería a Sevilla la Flota de las Molucas. Una flota incompleta ya que solo quedaba un navío con 18 tripulantes. Al mando del navío se encontraba Juan Sebastián Elcano, uno de los amotinados a que Magallanes había perdonado la vida para ser juzgado en el momento que llegaran a España. Evidentemente, esto no pudo suceder debido a la muerte de Magallanes.