Alegría marineros!!
Saludos desde el Pacífico, uno de los lugares más aislados del planeta.
Estamos a 10 días de navegación hacia cualquier punto en tierra. Se puede decir que estamos solos, navegando en un minúsculo artefacto en medio de la inmensidad del océano.
Los días son claros, con mucha visibilidad; el horizonte se hace infinito. El viento no deja de empujarnos, no tenemos otra opción que ser lo más autosuficientes posible.
Cosas de la navegación...
Hoy descubrimos una avería de carácter medio. Se está rompiendo un guardín del timón. Ya está al 40% de su resistencia, no creo que llegue hasta la Polinesia.
Es muy bonito compartir estos problemitas con la tripulación. Todos colaboran y entre todos sacamos teorías sobre el porqué y cómo solucionar los problemas. Siempre intento no ocultar nada y compartir para que entre todos lo saquemos adelante. Creo que es la mejor forma de crear equipo y vivir la aventura al 100%.
De momento, los pilotos automáticos siguen funcionando y lo seguirán haciendo aunque se rompa el guardín. El guardín es un cable que transmite la fuerza desde la rueda del timón hasta el timón en sí. Este cable es de acero de 8 mm de diámetro y, según algunas de nuestras teorías, se está rompiendo debido a la fatiga y los años del material.
El acero inoxidable tiene sus ventajas pero también sus problemas; a partir de los 10 años puede empezar a cristalizarse y partirse. Por eso se recomienda cambiar las jarcias cada 10 años. La jarcia es el conjunto de cables o varillas que sujetan el mástil. Mañana empezaré a desarmar esto. Tiene sus complicaciones porque mientras navegamos, esa zona se mueve además de estar en una zona de difícil acceso. Hemos sacado todo lo posible del azareto de popa para poder acceder de la mejor forma posible.
Quizás no pueda sacar el guardín, pero intentaré tomar medidas de los anclajes al sector y a la unión con la cadena del timón. El sector es una pieza que está unida a la mecha del timón con forma de porción de pizza, por la que se transmite la fuerza ejercida sobre la rueda al timón, además de hacer efecto de palanca para reducir la energía necesaria para mover la pala. Así que ya estamos ocupados. Hay que hacerlo despacio y procurar no perder ninguna pieza. Mañana os contaré cómo va la cosa.
P.D. No corre peligro la seguridad en la navegación, ya que tenemos 2 pilotos automáticos y un timón de fortuna. Además, no se espera mal tiempo. Aun así, prefiero seguir avanzando para encontrar una solución provisional y solicitar los repuestos a España. Mañana os diré a quién…
Y entre tanto y cruzando el Pacífico...
Por lo demás, hoy fue un gran día. La tripulación pescó un atún no muy grande, pero suficiente, será el aperitivo de mañana.
Alegría, marineros!
La vida sin imprevistos no sería tan emocionante y maravillosa. Je, je.
Cómo me gusta navegar y luchar!!