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Consejos náuticos: navegación a vela según el ángulo del viento

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¡Bienvenidos a nuestra nueva sección de curiosidades, conocimientos y tips para navegantes!

En este post, vamos a hablar sobre los diferentes tipos de navegación a vela según el ángulo del viento. ¡Ajusten sus velas y prepárense para aprender!

RUMBO DE CEÑIDA

Ceñir es navegar lo más cerca posible del viento, formando el menor ángulo contra su dirección. Este ángulo puede variar según el tipo de embarcación, siendo 45 grados un promedio y 40 grados para los barcos más modernos, con mejor diseño. En ceñida, la vela mayor y la de proa se combinan en un perfil aerodinámico único.

Para determinar el ángulo límite de ceñida de nuestro barco, debemos orzar hasta que el grátil del foque empiece a flamear, indicando el punto máximo de ceñida según el trimado de las velas. En este rumbo, las velas estarán más cerradas y las escotas cazadas al máximo para mantener la ceñida, también conocida como ceñida a rabiar, ajustando según la fuerza del viento y el oleaje

Para navegar contra el viento, es necesario virar, pasando la proa a través del viento y cambiando el rumbo unos 90 grados.

El tamaño de la vela mayor es crucial en este rumbo; si es demasiado grande para las condiciones de viento, el barco aumentará su escora y tendrá tendencia a orzar, señalando la necesidad de reducir vela mediante una toma de rizos. En definitiva, un buen trimado y manejo de las velas en ceñida permite aprovechar al máximo el potencial de la embarcación y mantener un rumbo eficiente contra el viento.

ceñida

RUMBO DE TRAVÉS

Navegar a rumbo de través implica recibir el viento directamente por el costado del barco, a 90º de su dirección. En este caso, las velas se mantienen medio abiertas, y el embolsamiento en la parte delantera de la vela proporciona una gran propulsión hacia adelante. La resistencia de la quilla y el casco es menor comparada con los rumbos de ceñida y descuartelar, lo que facilita una navegación más eficiente. En embarcaciones de vela ligera, levantar la orza a media altura puede reducir aún más la resistencia, permitiendo ganar velocidad.

Para optimizar el rendimiento en rumbo de través, el peso de la tripulación debe trasladarse hacia la proa, aligerando la popa. Este ajuste contribuye a un mejor balance del barco. Este rumbo es conocido por ser cómodo y muy eficaz, permitiendo una navegación rápida y estable sin la necesidad de maniobras complicadas.

traves

RUMBO DE ALETA

Navegar en rumbo de aleta significa mantener un ángulo de unos 150º respecto al viento. En esta situación, es esencial cazar la trapa o contra para evitar que la botavara se eleve, lo cual cerraría la baluma. Con vientos fuertes, el balanceo puede ser un problema, requiriendo una atención constante al timón. Si se planea mantener este rumbo por un tiempo prolongado, es recomendable utilizar una retenida en la mayor para evitar una trasluchada involuntaria. Además, es útil mover el peso hacia la popa, incluyendo a la tripulación, para mejorar la estabilidad.

El uso del spinnaker en este rumbo puede aumentar el efecto del balanceo. Para contrarrestarlo, se puede atangonar la vela de proa, colocando el tangón hacia barlovento para aplanarla un poco, ya que un exceso de embolsamiento incrementaría el balanceo. Estos ajustes ayudan a mantener una navegación más estable y segura en rumbo de aleta, aprovechando al máximo el viento sin comprometer la seguridad y el control del barco.

aleta

RUMBO DE POPA

Navegar en popa redonda significa recibir el viento directamente por la popa y avanzar en la misma dirección del viento, a 180º de su procedencia. Este rumbo es generalmente poco utilizado debido a su lentitud y mayor riesgo de trasluchadas involuntarias, especialmente con oleaje. Por ello, suele ser más eficiente y rápido navegar en rumbo de aleta, trasluchando de una banda a otra. Sin embargo, si se decide seguir en popa redonda, es recomendable atangonar el foque y usar una retenida en la vela mayor para mejorar el control.

Para navegar en popa redonda, las escotas se largan al máximo, abriendo las velas por completo. La vela de proa, al quedar a sotavento de la mayor, recibe poco viento, lo que se puede solucionar poniendo una vela a babor y otra a estribor, técnica conocida como navegar a orejas de burro. En este rumbo, se considera barlovento el costado contrario al de la botavara, lo que ayuda a mantener la estabilidad y prevenir maniobras accidentales.

popa

Cada ángulo tiene sus retos y encantos. Conocerlos te ayudará a optimizar tu navegación y disfrutar al máximo del mar.

 

¡El mar es nuestro!

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