La navegación a vela es una de las experiencias más impresionantes de las que puedes disfrutar en la vida. No cabe duda que los viajes en velero son diferentes a cualquier otro tipo de viajes debido a las particularidades de la embarcación. Para disfrutar más de la navegación a bordo de un velero es importante tener en cuenta diferentes conceptos, ya que los pasajeros muchas veces se sienten como parte de la tripulación.

En este artículo nos vamos a centrar en los rumbos de navegación a vela, uno de los conceptos más importantes cuando se trata de navegar en un velero. El viento es uno de los aspectos más importantes que influyen en la navegación y, por supuesto, tiene una gran importancia en el rumbo.

Dependiendo de la dirección del viento o del uso que se haga del mismo se pueden llevar a cabo diferentes maniobras en la navegación. Con esto se pueden conseguir diferentes rumbos a la hora de navegar a vela. Vamos a verlos más al detalle.

Definición de rumbo

En la navegación a vela se entiende como rumbo el ángulo que se forma por la línea de crujía del barco y el viento real. La línea de crujía es una línea imaginaria mediante la cual se divide el velero en dos mitades iguales, la popa y la proa. El viento real es el viento que incide sobre el barco en donde también se tiene en cuenta la dirección y velocidad del viento aparente, la velocidad del velero y, por último, la dirección de la corriente.

Una de las confusiones más habituales que existe con respecto al rumbo es confundirlo con la dirección del barco. Se tratan de dos conceptos diferentes, ya que la dirección del barco es la dirección en la que se está moviendo el barco, mientras que el rumbo es la dirección en la que el barco está apuntando.

Para distinguirlo mejor se debe saber que la dirección del barco puede verse afectada por la corriente mientras que el rumbo no. Los navegantes hacen uso de los rumbos para navegar con precisión y también para comunicarse con otros barcos.

Tipos de rumbo respecto al viento:

Vamos a ver al detalle los diferentes tipos de rumbo respecto al viento que existen. Si vas a navegar en un velero, conocer estos rumbos te servirá para conocer mejor los movimientos de la embarcación.

Rumbo de ceñida

Cuando hablamos de ceñir nos referimos a navegar lo más cerca del viento, es decir, tratar de formar el menor ángulo posible en contra de la dirección del viento. Cuando se lleva a cabo un rumbo de ceñida la vela mayor y la de proa se combinan para formar un perfil mucho más aerodinámico.

En este tipo de rumbo las velas irán mucho más cerradas, tratando de cazar las escotas para así mantener la máxima ceñida. Dependiendo de la fuerza del viento y también del oleaje se ajustarán las velas. En el rumbo de ceñida el tamaño de la vela mayor es muy importante, ya que si es demasiado grande para el viento que tenemos es posible que el barco aumente su escora y tienda a orzar.

Rumbo de través

En el rumbo de través se navega formando un ángulo de 90º con respeto al viento cuando este se encuentra entrando de forma perpendicular desde babor o estribor. Se trata de uno de los rumbos más fáciles de conseguir debido a que perdona mucho más los errores.

Esta facilidad en cuanto al rumbo se refiere lo convierte en un rumbo ideal para los más principiantes, ya que resulta mucho más sencillo de seguir. Una de las posibilidades es que exista también el rumbo de través abierto. En este través abierto el barco navegará con el viento formando un ángulo de unos 120º con respecto a la proa.

Rumbo de largo

El rumbo de largo es uno de los rumbos más adecuados si lo que buscas es que el velero gane en velocidad. Se trata de un rumbo en el que se navega en un ángulo de 120º con respecto al viento.

Al entrar el viento por la aleta se pueden planear las olas y navegar bastante más rápido, por lo que es uno de los rumbos más divertidos cuando se trata de llevar a cabo una navegación a vela si es que las condiciones del mar así lo permiten.

El rumbo de largo también puede ser largo abierto o de popa cerrada. En el caso de que se trate de un largo abierto el ángulo, como su propio nombre indica, es más abierto, ya que se puede encontrar entre los 150º y 160º con respecto a la proa.

En cuanto al rumbo largo de popa cerrada se navega con el viento en un ángulo de 180º, pero, a diferencia del rumbo largo, en este se navega con respecto a la proa.

Rumbo de popa redonda

El rumbo de popa redonda también se le conoce como empopada. En este rumbo se lleva el viento justo en la popa del barco a unos 170º con respecto a este. Mientras que el rumbo de través era el rumbo más sencillo, el rumbo de popa redonda se trata del rumbo más complicado debido a que se consigue una navegación muy inestable. Además de esto, se trata de uno de los rumbos más lentos.

La dificultad de este rumbo se debe a que el barco puede trasluchar de forma involuntaria. Si decides navegar con este rumbo puedes llevar una vela a cada banda, es decir, llevar una vela mayor a un lado y Génova al otro. Esta forma de navegar también se conoce de forma coloquial como orejas de burro debido a la divertida forma con la que se percibe el velero.

Rumbo a un descuartelar

El rumbo a un descuartelar es un rumbo que se encuentra en un punto intermedio entre el rumbo de ceñida y el de través. En este rumbo las velas se encuentran algo más abiertas que en el rumbo de ceñida y se estará navegando en un ángulo de unos 60º o 70º con respecto al viento.

Este rumbo es bastante eficiente, ya que cuenta con las ventajas del rumbo ceñida, pero es menos estricto. Esto permite navegar de una forma más rápida en comparación con el rumbo ceñida, también de una forma algo más sencilla.

Rumbo de Aleta

Finalmente, con el rumbo de aleta nos encontramos también un rumbo intermedio. En este caso, se trata de un rumbo intermedio entre navegar a popa y hacerlo con un rumbo largo. Básicamente, se trata de tomar un ángulo de 150º respecto al viento.

Si decides llevar a cabo este rumbo es importante que tengas en cuenta que siempre debes cazar la trapa. Esto es necesario para evitar que se levante la botavara y con ello se provoque una torsión en la vela mayor. En el caso de que no hagas esto se reduciría el ángulo de incidencia del viento afectando a la potencia.

Dependiendo de la ruta y las condiciones climatológicas deberás elegir el rumbo más conveniente. De entre todas las opciones que existen la elección del rumbo afectará a varios factores en la navegación, por ejemplo, a la velocidad del velero.

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